Es el tipo más común de factura y se utiliza para documentar la venta de bienes o la prestación de servicios. Confirma la transferencia de productos o la realización de un servicio y el ingreso correspondiente para el emisor.
Se utiliza para hacer ajustes a las facturas de ingresos ya emitidas. Esto puede incluir descuentos, devoluciones o bonificaciones. Básicamente, documenta cualquier salida de dinero que reduzca los ingresos previamente registrados.
No representa una operación de compra o venta, sino que se utiliza para acompañar el transporte de mercancías, detallando información sobre los productos, su origen, y su destino. Es fundamental en operaciones de logística y transporte.
Específico para documentar el pago de sueldos y salarios a los empleados. Detalla información sobre el trabajador, los ingresos, las deducciones y los impuestos retenidos. Es vital para el correcto cumplimiento de las obligaciones laborales y fiscales.
Se utiliza cuando el pago de una factura no se realiza en el momento de la emisión, sino en parcialidades o diferido. Este tipo de CFDI permite documentar cada uno de los pagos recibidos hasta cubrir el total de la factura original.
Se usa para documentar las retenciones de impuestos efectuadas en pagos específicos, como en el caso de pagos al extranjero, ciertos arrendamientos, entre otros. Es una constancia de la retención y entero de impuestos.
Estos cambios buscan promover una mayor transparencia y precisión en la emisión de facturas electrónicas y en la fiscalización de las operaciones comerciales. Es fundamental que las empresas y contribuyentes se actualicen con estos cambios para evitar errores y posibles sanciones. La implementación de estos cambios puede requerir ajustes en los sistemas de facturación y contabilidad, por lo que se recomienda consultar con asesores fiscales o contables para una transición adecuada a la versión 4.0 del CFDI.
Es importante que los contribuyentes que emitan CFDIs se aseguren de que sus comprobantes cumplan con todos estos requisitos para evitar problemas fiscales y asegurar la deducibilidad de las operaciones. El uso de sistemas de facturación electrónica aprobados y actualizados según las normativas del SAT es fundamental para cumplir con estos requisitos de manera eficiente y precisa.
Una contabilidad sana salva empresas, no dejes pasar esta relación.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.